El pasado 11 de abril de 2025 en el Parque de los Hippies-Bogotá, se reunieron decenas de personas para encender velas, alzar la voz y hacer memoria por Sara Millerey, mujer trans asesinada en Bello, Antioquia.
Lo de Sara no fue un caso aislado: fue un transfeminicidio que se suma a los 24 asesinatos de personas trans y disidentes del sexo y el género en Colombia en lo que va del 2025. Lo que se vivió anoche fue un acto de digna rabia y resistencia colectiva. Cada cuerpa presente, cada consigna, cada silencio compartido fue una respuesta al sistema que castiga la diferencia y premia la obediencia. Porque no se trata solo de indignarse, sino de reconocer cómo opera el odio: en cada burla, en cada silencio, en cada complicidad que lo normaliza.
La memoria de Sara es semilla de lucha. El fuego encendido en su nombre no se apaga. Que ni una más sea arrebatada por el odio.







